Alrededor de 200 caballos de paso de criaderos de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Cajamarca competirán este fin de semana en el 50° certamen regional Concurso de Oro, que se realizará en las instalaciones de la universidad Señor de Sipán, se informó hoy.
En esta oportunidad, los ejemplares serán evaluados y calificados por José Risso Montes, único juez del evento ecuestre, que se desarrollará de acuerdo con el nuevo reglamento oficial de concursos de la Asociación Nacional de Criadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso.
Germán Görbitz García-Urrutia, coordinador del criadero motupano de caballos peruanos de paso, dijo que los mejores exponentes estarán disputándose los primeros puestos en las diferentes categorías y premios especiales del certamen, considerado el más importante después del concurso nacional.
También informó que el comité organizador del concurso es presidido por Juan Ugaz Coda.
El evento empezará este sábado a las 09:00 horas con las categorías "Burros hechores", "Mulares", "Conjunto de mulares", "Potrancas al cabestro de uno a uno y medio años, de uno y medio a dos años, de dos a dos y medio años, de dos y medio a tres años".
También de las categorías "Premio a la mejor potranca presentada al cabestro", "Potrancas de bozal de tres a cuatro años", "Prueba de menores" y "Prueba de enfrenadura".
Görbitz destacó la gran importancia que tiene este concurso que da realce a la cultura viva de la región Lambayeque, considerando que el caballo peruano de paso es una de las estampas más representativas de Perú.
Explicó que el tradicional certamen ha sido programado con el objetivo fundamental de contribuir a la conservación y promoción de la crianza del caballo peruano de paso, declarado por el otrora Instituto Nacional de Cultura Patrimonio Cultural de la Nación y considerado el caballo de montura más suave del mundo.
Por su parte, Juan Ugaz Coda invitó a toda la comunidad lambayecana a gozar de este bello y colorido espectáculo, en el cual los fornidos y elegantes corceles demostrarán sus extraordinarias bondades y, sobre todo, la gran resistencia de la cual están dotados.
Se recordará, además, que los propietarios de las antes haciendas azucareras y sus mayordomos usaban a los nobles equinos como caballos de trabajo, para supervisar las labores de campo y vigilar el buen uso del agua de regadío.
Andina
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