POEMA POR LOS CAIDOS EN AMAZONAS
La luz de su paisaje que nos dona,
se salpicó de sangre y de tristeza,
el corazón se oprime, llora y reza
por la paz apagada en amazonas.
Dios infinito con su amor perdona
la sangre derramada con vileza
por un gobierno sin delicadeza
y al pobre y desvalido lo abandona.
¿Quién devuelve la vida de los muertos?
la injusticia y el odio están despiertos
envueltos con el mal y la mentira.
Vuelva a reinar la paz y la cordura,
brille la paz sobre la noche oscura
de un pueblo grande que hasta hoy suspira.
Tronó el fusil y se manchó el camino,
las lanzas escribieron las respuestas,
iban cayendo muertos. La floresta
fue testigo lloroso del destino.
El río con sus aguas fue divino
ataúd silencioso de almas muertas.
¿Acaso nadie sabe que están yertas
y que ahora de amor las ilumino?
Ya vendrá la verdad con su sonrisa
a poblar tus riberas Amazonas
y a devolver lo tuyo en la justicia.
Descansa en dulce paz, hermano. Aprisa
saluda al Dios eterno. Él perdona
a toda la maldad y la estulticia.
Les hablo en general: del policía
que cumplió su deber en la jornada,
del amazona hermano, que en la nada
su vida se sumió. Melancolía.
Su cultura, su vida, su alegría,
la burocracia tiene abandonada.
en la selva se ha visto pisoteada
la dignidad, la luz y la armonía.
No se manche el fusil. Quieta la mano
ramillete de paz. La inteligencia
la use para el bien cada peruano.
Devuélvase el derecho con urgencia,
hermanos del Perú, pues su presencia
debe flamear por siempre en cada humano.
Poema enviado por Enrique Martinez Cajusol Estudiante de la USS escuela de Sistemas
0 comentarios